A dónde vamos

Pasan los segundos, los días, nuestra vida. A veces me pregunto dónde ha quedado la debilidad de los fuertes, la ingenuidad e inocencia de un niño cambiada por un saco de prevaricaciones. Hoy en día la gente tiene pareja por tenerla, amigos por tenerlos, y lo más duro, familia porque le interesa. Dónde quedaron los principios? En el final, aunque suene a ironía. Está claro que todos ternemos metas en esta vida; pero conseguirlas a cualquier precio está también en las mentes de prácticamente todos. Jode admitirlo, pero así son las cosas. Hemos olvidado valores que una vez nos condenaron y otras nos salvaron. Estamos olvidando la historia que una vez escribimos para volver a tropezar con la misma piedra. Hasta qué punto nos conviene ésto?, o mejor dicho, hasta qué punto no nos conviene?

Así, inexplicablemente para mí y a la vez tan sumamente razonable, hemos intercambiado la magia por lo absurdo, la felicidad por la apariencia, la fantasia por la realidad; y sin embargo, cuando la segunda aflora demasiado nos ahogamos y renegamos. Cada humano es un mundo,pero qué pasa cuando no nos entendemos a nosotros mismos? Estamos convencidos de que los demás no saben nada de nosotros. Qué equivocados estamos. Con cada gesto, cada palabra, cada mirada, ya lo decimos todo. Al callar también lo decimos todo. Al reservarnos, también decimos demasiado.

Acaso no puedes nombrarme una sola persona que te entienda sólamente con una mirada?
Yo tengo la conciencia tranqila, al menos por ahora. Y tú? La sociedad no te ha atado las manos?

Son verdaderas tus lágrimas?