jueves, julio 20, 2006

Deseos

“Voy con Nadie,pq a Nadie quiero yo,Nadie duerme en mi jergón.
Dónde quiero estar? Donde Nadie va” -Dikers-

Otro día falto de rigores.Otra noche en el balcón ha transcurrido, mientras la lluvia apenas me empapaba y sostenía en una mano un libro de Agatha Christie,y en la otra una linterna. Sin embargo, prácticamente no leía. No sé a cuántos de vosotros la lluvia os transmite la necesidad de mirar, de sentir, de vola; de mezclarte con ella con el estúpido pensamiento de esconderte, de ser invisible a los ojos ajenos.De tener tan añorada libertad. Sin embargo, a nadie le gusta caer. Vaya paradoja,no? Sin percatarme siquiera, he cerrado el libro,abandonado al detective Poirot y las amenazas de asesinato de Bellefort a los Doyle, y me he sumergido,lentamente, en un letargo consciente altamente quebrado por mi imaginación.

Me gustan las tormentas de verano, pero te echo más de menos de lo habitual. Me sentiré desprotegida a pesar de todo?. Sé que si necesito a mis amigos,estarán allí. Sé que con una llamada puedo tenerte si las circunstancias así me lo demandan.Pero ya te he explicado muchas veces que prefiero hacer las cosas sola, sin requerir la ayuda de nadie, porque si me acostumbro a tenerla siempre..qué pasará cuando no estés? Qué pasara cuando no haya nadie para tenderme la mano? Me niego. Y no me hables de orgullo -aunque sé suficientemente que me sobra-, considéralo precaución.

Una vez escribí que “las preguntas que nos asedian en la vida son el testamento de nuestra incapacidad” (Bad Religion). Esta noche pensé en tantas cosas que en vez de un asedio parecía la batalla final del desfiladero de las Termópilas y la de Salamina juntas. Pero tan pocas preguntas tienen respuesta...sólo puedes hacer suposiciones. Sólo puedes dignarte a esperar, con paciencia, tener fe, y ver en que desembocan la mayoría de las cosas. Si pudiéramos leer el futuro, le quitaríamos la emoción a la vida, en toda su esencia. De todas formas,las cosas buenas suelen durar poco, y mejor no confiarse del todo con nadie,ni con nada

Quizá éso es lo que más os desespera de mí: que soy ignorante en cuanto a que no temo a nada ya; me rindo demasiado a los sucesos,porque creo que todo tiene lugar por alguna razón ;que pienso que todo dura poco,que nada es para siempre; que no confío en nada,ni en nadie; que no hay suficiente prueba como para rendir mi corazón a los pies de una persona, de una ilusión, de un sueño. No creo en los sueños,son falsas ilusiones en las que no merece la pena excarvar gran parte de las veces. Una amiga dice que el mejor sueño es el que no acaba, pero yo le digo que “el sueño siempre acaba, y el que no acaba,no es sueño”.

No voy a entrar en vuestras ganas de matarme por no decir nunca "te quiero", o por decirlo forzadamente cuando lo digo, o por tener ganas de pronunciar esas dos palabras cuando ya es demasiado tarde.

Cómo dice mi conocido Robe, cantante de Extremoduro: “he aprendido de estar solo a llorar sin molestar...y a dudar”. Con ésto lo digo todo.

Mil abrazos

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